Errores comunes al hacer un contrato de alquiler
Uno de los errores más comunes que la gente suele cometer al hacer un contrato de alquiler de piso es no especificar claramente las condiciones de pago. Es importante establecer el monto del alquiler, la forma de pago y la fecha límite para el pago. También es recomendable establecer una penalización en caso de retraso en el pago.
Otro error común es no incluir cláusulas sobre el mantenimiento del piso. Es importante establecer quién será el responsable de las reparaciones y el mantenimiento general del piso, así como establecer un plazo para la resolución de cualquier problema.
Un error más grave es no especificar claramente la duración del contrato. El contrato debe establecer la fecha exacta de inicio y finalización, así como las condiciones para renovar o terminar el contrato. De lo contrario, puede haber malentendidos y disputas.
Ejemplo de contrato de alquiler de piso
Contrato de arrendamiento de vivienda
En primer lugar, se establece que el arrendador (propietario) cede en alquiler al arrendatario (inquilino) una vivienda ubicada en la calle X, número Y, con una superficie de Z metros cuadrados, por un plazo de 12 meses, a partir del 1 de enero de 2022.
Se establece un precio de alquiler mensual de 800 euros, que deberá ser abonado antes del día 5 de cada mes. En caso de retraso en el pago, se establece una penalización del 5% del importe total del alquiler.
El arrendatario se compromete a cuidar y mantener la vivienda en buen estado, realizando las reparaciones necesarias a su costa. En caso de daños o desperfectos por negligencia, el arrendatario será responsable de su reparación.
El contrato establece que el arrendatario no podrá subarrendar la vivienda ni ceder el contrato a terceros sin el consentimiento previo y por escrito del arrendador.
Se establece una fianza de dos meses de alquiler, que será devuelta al arrendatario al finalizar el contrato si no hay deudas ni daños en la vivienda.
Contrato de alquiler de piso turístico
En este caso, se trata de un contrato de alquiler para uso turístico de una vivienda situada en el centro de la ciudad. Se establece un precio de alquiler diario de 100 euros, con un mínimo de tres noches de estancia.
En el contrato se establecen las normas de convivencia, como el respeto a los vecinos y el cuidado de la vivienda. También se establece que el arrendatario deberá abandonar la vivienda antes de las 12:00 del día de salida, dejando la vivienda en el mismo estado en que la encontró.
El contrato incluye un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, así como un seguro de cancelación para el arrendatario en caso de imposibilidad de viajar.
Se establece una fianza del 30% del importe total del alquiler, que será devuelta al arrendatario al finalizar la estancia si no hay daños ni deudas.
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