¿Qué es un contrato de tácita reconducción?
Un contrato de tácita reconducción es aquel que se renueva automáticamente por un periodo igual o similar al inicialmente pactado, en caso de no manifestar ninguna de las partes su voluntad de no renovarlo. Es decir, si un contrato tiene una duración inicial de un año y ninguna de las partes lo comunica a la otra, se entenderá que se prorroga automáticamente por otro año.
Errores comunes en relación con el contrato de tácita reconducción
Uno de los errores más comunes es pensar que este tipo de contrato no se puede rescindir o modificar durante su vigencia. En realidad, cualquier contrato puede ser modificado o rescindido si ambas partes están de acuerdo y lo plasman por escrito.
Otro error común es no prestar atención a la cláusula de tácita reconducción al firmar un contrato. Es importante leer detenidamente todas las cláusulas y, en caso de tener dudas, consultar con un profesional.
Ejemplos de contratos de tácita reconducción
Ejemplo 1
Una empresa de servicios de limpieza firma un contrato con un cliente por un periodo de un año, con una cláusula de tácita reconducción por otro año más. Durante el primer año, el cliente está satisfecho con el servicio y no comunica a la empresa su voluntad de no renovar el contrato. Por tanto, el contrato se renueva automáticamente por otro año y el cliente sigue recibiendo el servicio de limpieza.
Ejemplo 2
Un particular alquila un piso durante seis meses, con una cláusula de tácita reconducción por otros seis meses más. Al llegar el sexto mes, el propietario del piso comunica al inquilino que no desea renovar el contrato por otros seis meses, por lo que el contrato finaliza al cumplirse los seis meses iniciales.
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El contrato de tácita reconducción es una práctica habitual en muchos tipos de contratos, pero es importante prestar atención a sus cláusulas y conocer las posibilidades de modificación o rescisión durante su vigencia.
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